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Las Palmas de Gran Canaria, Islas Canarias, Spain
Esta es la historia de un superhéroe que después de trabajar 30 años en una empresa de salvar galaxias fue despedido por un ERE chungo y la carestía del Gas-oil para las naves y ahora trabaja como reponedor en un Carrefour lo que le permite observar el extraño comportamiento de los humanos y humanas (ver el click de audio para entender este perfil)

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martes, 8 de marzo de 2011

AQUÍ NO CABE UN TONTO MÁS ,PERO NI UN GRANUJA MÁS TAMPOCO

Una de las frases más famosas del argot periodístico español es aquella famosa sentencia que dice: “Aquí no cabe un tonto más”
pero la frase ha evolucionado junto con los tiempos para quedar así: “Aquí no cabe un tonto más, pero un granuja más tampoco”.


Yo no me atrevería a asegurar quien tuvo más importancia en este país, si Don Miguel de Cervantes y somos un país de Quijotes, o el tal “Don Anónimo” que entre otros muchos libros escribió El Lazarillo de Tormes y somos un país de picaros, picaras y granujas.El 20% de nuestro P.I.B. está en la economía sumergida.


No tengo nada contra los picaros y menos contra las pícaras.


Para ser un pícaro requiere rapidez de reflejos para aprovechar la oportunidad cuando se presenta en forma de incauto, también se requiere una mente despierta porque la mayoría de sus triquiñuelas se basan en conocer los instintos más bajos de las personas, principalmente la codicia, para obtener beneficio propio.

Para ser una pícara solo hay que estar buenorra y tener la suficiente memoria fotográfica y recordar ese tatuaje o lunar en las partes intimas de un famoso para cuando se lo pregunten en un polígrafo amañado del programa televisivo Sálvame de luxe.



Al menos, los pícaros suelen tener un código ético a modo de juramento deontológico consecuencia de la camaradería entre los menos favorecidos, se mueven por necesidad y simplemente se buscan la vida como pueden, siempre se declaran inocentes como los presos que en la cárcel se preguntan unos a otros: ¿tú de qué eres inocente?, no hacen ostentaciones y jamás se mofan de sus víctimas que son las que les dan de comer.


El granuja es otra cosa y estos si me caen mal, el granuja no tiene escrúpulos de ninguna clase, se mueve más por avaricia que por necesidad, sutilmente se vanagloria de ser un culpable que no ha sido pillado, le encanta hacer ostentación de riqueza y se regodea de sus víctimas.

Los especímenes de granuja más dañinos que campan por nuestra biosfera azul clarito son los políticos profesionales de cualquier tamaño, marca o pelaje sin otro mérito que medrar en el aparato del respectivo partido desde la más tierna infancia.

Este espécimen de granuja habita en el matorral ibérico de las urbanizaciones de lujo, se cría en cautividad de modo endogámico, se papea a sus congéneres debilitados y en manada atacan al fiel contribuyente de infantería con prohibiciones, multas y con choteo añadido como los pinganillos del senado, o las recientes medidas calderilla de ahorro de combustible, mientras estos granujas se mueven a comprar el pan en potentes Audis A-8 de 4000 c.c. y más de 10 millones de pesetas ,(que sigue siendo la moneda para contar sumas de dinero escandalosas), todo un ejemplo de bajo consumo , algunos incluso, se mueven hasta en aviones Falcón o helicópteros de la Fuerza Aérea que gastan como un mechero, vamos.




¡Qué les gusta la pompa y boato!
Lo único que se me ocurre para acabar con estos voraces depredadores que esquilman el bolsillo del currito de a pie, es acabar con su mecanismo de perpetuación endogámica que no es otro que el sistema electoral y las listas electorales cerradas, las culpables sin dudas, de que a los puestos importantes de toma decisiones cruciales para la comunidad, no lleguen los más capaces y mejor preparados elegidos por su prestigio social y méritos, sino que solo lleguen los más pelotas y obedientes dentro del aparato del respectivo partido.


A todos estos granujas ya los retrató nuestro prolífico escritor “Don Anónimo” en el Lazarillo de Tormes cuando en el episodio de las uvas dice el ciego:

"-¿Sabes Lázaro, en qué veo que comiste las uvas tres a tres?


-En que comía yo dos a dos y callabas."






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