AQUEL MINISTERIO DE CHICHINABO

Si soy sincero, he de reconocer que la supresión del frívolo ministerio de la señora Bibiana Aido, fue una gran pérdida

Con la integración del ministerio de igualdad en el superministerio planetario de la Sra. Pajín, la vida política española perdió ese puntito divertido que las rocambolescas ocurrencias de la jóvena ser vivo aportaba a la soporífera actividad parlamentaria, dedicada más a buscar el sexo de los ángeles y a enmarañar problemas que ellos solos se han creado que a resolver los verdaderos problemas que preocupan a los ciudadanos.


Los cometidos de ambas entidades se siguen cumpliendo con absoluta normalidad ya que, a falta de competencias reales al estar traspasadas a las Comunidades Autonómicas, la principal misión de estas señoras miembras sigue siendo las maniobras de distracción y la propaganda.

Todos sabemos que por muy barato que cueste algo, si no sirve para nada es un despilfarro, teníamos un ministerio de igualdad desigual que no supo defender a nuestras mujeres policía cuando pusieron carteles con sus fotos y las manos manchadas de sangre en la frontera de Melilla. Otra de las ocurrencias como la del teléfono para hombres supuso que cada llamada costaba 126 euros al erario público como si de una línea erótica se tratara.

Pero lo que no sabíamos es que la propaganda y el humo para las cortinas se pagaban tan caros y que los apoyos a la causa igualitaria nos costaban un pastón.


El tribunal de cuentas ha descubierto numerosas irregularidades en la adjudicación de contratos en el antiguo ministerio de la Sra Bibiana principalmente en forma de adjudicación directa de numerosos contratos de importe inferior a 12020 euros o 14020 machacantes principalmente en la Delegación del Gobierno para la violencia de Género y Génera

Irregularidades en el antiguo ministerio de propaganda con la igualdad

Al final todo aquel entramado era un cuento de los malos y no como las cuentos clásicos de toda la vida que han cautivado a millones de niños y que la señora Aido acusó de machistas.

Haga usted mismo la prueba si quiere ver la cara de un niño realmente cabreado y cámbiele una coma del cuento de Caperucita o cuéntele este otro:

AIDO EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
(cuento infantil tuneado)

Erase una vez,( “once upon a time”; que dirían los guiris y los hijos de los presidentes autonómicos que no quiero discriminar a nadie) una ministra jóvena toda ella que tenía un ministerio que no le gustaba porque ministerio es un sustantivo masculino singular y ella lo quería sustantiva femenina y nada plural ya que hasta pretendía imponer los cuentos infantiles a los seres vivos que fueran humanos, pequeños y cabroncetes, porque decía que los cuentos clásicos eran machistas sin tener en cuenta que por muy sexistas que sean esos cuentos son los que les gustan a los niños y eso es lo que importa.

Pues estaba nuestra ministra por el campo lleno de florecillas en fila y bien alineadas que había puesto su amiga Chacón que se dedica al negocio de regalar florecillas silvestres y sugus por el mundo, cantando alegre ella:



(canción de Marta Sánchez)

 
Sola, mirando televisión, estaba super aburrida

eran más de las diez y nadie en casa
Es raro pero estaba sola y casi nunca lo estoy
pero esa noche era distinta
algo iba a suceder, lo presentía
De pronto, al fin, el teléfono sonaba en el cuarto
Era una voz desconocida por mí. Ah, ah, ah... Hola!
Era una voz tan masculina y viril. Ah, ah, ah...

Era el hombre feroz……………………………………. Tachin, tachin

-¿Dónde vas Aido?, ……….dijo el hombre feroz

-Voy a ponerme tetas respondió ella muy pizpireta.

-Anda, yo también, te acompaño; dijo ello.

-Tú no vienes al bosque a cazar osos, ¿verdad? exclamó Bibiana socarrona.



When de repente, a lo lejos…………..las luces de un malvado capitalista centro comercial nada igualitario.

-Anda que chuli, dijo Aido buscando su tarjeta visa-oro de gastos de representación de ministra divina de la muerte.

-Mira hombre feroz, te vas a la ferretería y me compras un diploma, aunque sea de asistencia a un tuppersex, y unas alcayatas que tengo que colgar algo en las paredes de mi despacho ministerial que está pelado de títulos

Mientras nuestra jóvena ministra fue a la “pelu” y a la tienda de “Gucci” donde había un bolso de piel que le había mirado con unos ojitos tan tiernos que le daba pena dejarlo allí en el escaparate,….. tan desvalido.

Entró en la tienda y en el probador de señoras,(las tiendas de Gucci no tienen probador de chicos), y se encontró con el espejo mágico superbién iluminado:

-Espejito mágico, espejito mágico. ¿Quién es la más Cool del consejo de ministros?

-La Vicevogue Mariate de la Ve que se gasta más pasta que tú, respondió el espejo insolente y machista

- Tipático, pues ahora me voy a Stradivarius, dijo ella altiva y toda flamenca sin amilanarse ante un espejo maltatratador.

Por el camino se encontró con el hombre feroz que venía cargado como una mula con los cuadros, las alcayatas, el taladro, los tacos, un mueble de Ikea y la junta de una trócola.

-¿Tú qué haces cargado como una mula?, anda, toma todos estos bolsos y cárgate como un burro que no vais a aprender nunca, oño ya.

Por fin llegaron a Stadivarius y ella le pidió al hombre feroz que le acompañara a probarse unos zapatos de cristal color celeste chantillí

(¿Qué pasa?, yo soy el que escribe el cuento y también tengo derecho a inventarme los colores aunque no sea gay, cagón tó)

Suddenly, “de repente”:

Por culpa del calentamiento global que también es capitalista, un rayo, impacta en una mierda de torreta de la luz y deja al centro comercial tres días sin alumbrado con ellos dentro. Y como el roce hace el cariño y un tal Mendel que era un cura pervertido que se dedicaba a hacer guarrerías con los guisantes:………………..

……………Vino una cigüeña que trajo un niño de Paris.(eso no cambia, siempre ha sido así, ¿no?)

Al principio no sabían si el niño era un ser vivo, un ser humano chiquitito o un voltio, pero después fueron felices y comieron faisán que como nadie se quería comer el marrón, lo regalaban



Aido;


“No cambiés, no cambiés” como diría Tamara ahora Yurena que si cambió


Eres una fenómena y una lince