Conmigo que no cuenten.
La ministra de Sanidad Leire Pajín anima a los ciudadanos a presentar denuncias contra los fumadores.
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FATWA PROGRE CONTRA LOS FUMADORES; ALLÁ DONDE LOS VIERAS: DELATARLOS
Cuando se promulga una ley hay que pensarla bien porque puede suceder que se produzcan efectos colaterales peores que lo que se pretendía con la ley.
La nueva ley del tabaco parece más una ley contra los fumadores y con carácter recaudatorio que otra cosa y además produce daños colaterales.
Una ley que pretendiera proteger a la población de los efectos perniciosos del tabaco, además de continuar con los esfuerzos de concienciación, empezaría por obligar a las compañías cigarreras a disminuir los componentes adictivos y nocivos de los cigarrillos, utilizaría los impuestos recaudados por el consumo de tabaco en el desarrollo de los tratamientos para dejar el vicio y ayudar a los adictos a dejarlo.
Aunque muchos intentaremos dejarlo, la mayoría seguiremos fumando y por lo tanto seguiremos pagando unos impuestos que los que no fuman no pagan, impuestos que además nos han subido.
Quieren mis impuestos y los utilizan como les da la gana, pero no mi humo.
¿Se podría denunciar al gobierno que se lucra con la venta de un producto que perjudica muestra salud?
¿Si ya pago un canon vía impuestos por fumar por qué no puede haber locales en los que pueda fumar y quien no quiera ir que simplemente no vaya?
En los pocos días que lleva en vigor la nueva ley se están produciendo numerosos daños colaterales a ella, unos previstos y otros no tanto.
Todavía es pronto para cuantificar la indudable incidencia de la ley en el sector hostelero y por lo tanto en el empleo, nuestra principal preocupación en estos momentos. Puede que no fuera el momento más oportuno para la ley.
La subida de impuestos está produciendo un repunte del comercio de tabaco de contrabando, que no paga impuestos, estimula la economía sumergida, hace más difícil la recuperación económica y solo beneficia a las mafias.
También hay efectos colaterales curiosos y hasta cómicos. Puede que la mayoría de la población no fume pero los que van a los bares fuman casi todos. Ya se ve en nuestras calles una nueva forma de botellón adulto de café a las 06,30h y con la ropa de trabajo en las puertas de los bares.
Ya me estoy imaginando los partidos de futbol con el televisor en la puerta del bar, los cubatas en el techo de una Renault express que es cuadradita y no se caen, y la clientela muerta de frío en la calle, con las bufandas y los paraguas, mas realismo imposible, como si estuvieran en el estadio, grada Renault espress general de pié.
Hay otros daños colaterales menos divertidos como el ruido de las tertulias de fumadores en la puerta de los bares que retumban hasta el 5º piso aunque pensándolo bien, incluso se puede participar de ellas desde la ventana del 3º , hasta podré ver los partidos de pago que ponen en el bar desde la ventana de casa, puedes estar en casa y en el bar a la vez.
Al final el derecho de no respirar humo de unos pocos no fumadores,, va en perjuicio del derecho de todos los vecinos del barrio a poder estar en casa sin ruidos que a veces no dejan dormir hasta las tantas.
En las discotecas la cosa puede ser estrambótica, mientras en el baño la gente se dedica a dejar los billetes impregnados de cocaína cosa que en España se hace con total impunidad, los comisarios anti-humos multaran al que se esté fumando un winston .
“Hay humo, aquí han fumado”.
Pero el peor de los efectos es que por esta ley la mitad de los españoles seremos presuntos delincuentes y la otra mitad presuntos chivatos, como suena.
Desde el propio gobierno se insta a los ciudadanos a denunciarnos los unos a los otros, incluso hay organizaciones como FACUA ORG que se ha erigido como un “Comité vecinal para la conservación de los espacios libres de humos y la “revolusssion” en los bares”, con capacidad de dictar fatwuas talibanas contra los fumadores en una página web en la que se puede denunciar de forma anónima a los que fumen.
¿Me puedan meter en la cárcel, que si se puede fumar, por fumar en un sitio que no se puede fumar?
Denunciar de una manera anónima es lo que de toda la vida se ha llamado chivarse, muy propio de todas las dictaduras y que siempre terminaba usándose para venganzas y rencillas personales fomentando los instintos más bajos entre los vecinos.
Da toda la sensación que hay gente que con este tipo de cosas pretenden de manera irresponsable enfrentarnos los unos contra los otros como si no hubiésemos tenido bastante en el pasado y lo quieren revivir.
Ya lo decía una traicionera voz en off en un informativo del imparcial y poco manipulador Gabilondo :
¡tensión,lo que nos conviene es que haya tensión!
Cuando se promulga una ley hay que pensarla bien porque puede suceder que se produzcan efectos colaterales peores que lo que se pretendía con la ley.
La nueva ley del tabaco parece más una ley contra los fumadores y con carácter recaudatorio que otra cosa y además produce daños colaterales.
Una ley que pretendiera proteger a la población de los efectos perniciosos del tabaco, además de continuar con los esfuerzos de concienciación, empezaría por obligar a las compañías cigarreras a disminuir los componentes adictivos y nocivos de los cigarrillos, utilizaría los impuestos recaudados por el consumo de tabaco en el desarrollo de los tratamientos para dejar el vicio y ayudar a los adictos a dejarlo.
Aunque muchos intentaremos dejarlo, la mayoría seguiremos fumando y por lo tanto seguiremos pagando unos impuestos que los que no fuman no pagan, impuestos que además nos han subido.
Quieren mis impuestos y los utilizan como les da la gana, pero no mi humo.
¿Se podría denunciar al gobierno que se lucra con la venta de un producto que perjudica muestra salud?
¿Si ya pago un canon vía impuestos por fumar por qué no puede haber locales en los que pueda fumar y quien no quiera ir que simplemente no vaya?
En los pocos días que lleva en vigor la nueva ley se están produciendo numerosos daños colaterales a ella, unos previstos y otros no tanto.
Todavía es pronto para cuantificar la indudable incidencia de la ley en el sector hostelero y por lo tanto en el empleo, nuestra principal preocupación en estos momentos. Puede que no fuera el momento más oportuno para la ley.
La subida de impuestos está produciendo un repunte del comercio de tabaco de contrabando, que no paga impuestos, estimula la economía sumergida, hace más difícil la recuperación económica y solo beneficia a las mafias.
También hay efectos colaterales curiosos y hasta cómicos. Puede que la mayoría de la población no fume pero los que van a los bares fuman casi todos. Ya se ve en nuestras calles una nueva forma de botellón adulto de café a las 06,30h y con la ropa de trabajo en las puertas de los bares.
Ya me estoy imaginando los partidos de futbol con el televisor en la puerta del bar, los cubatas en el techo de una Renault express que es cuadradita y no se caen, y la clientela muerta de frío en la calle, con las bufandas y los paraguas, mas realismo imposible, como si estuvieran en el estadio, grada Renault espress general de pié.
Hay otros daños colaterales menos divertidos como el ruido de las tertulias de fumadores en la puerta de los bares que retumban hasta el 5º piso aunque pensándolo bien, incluso se puede participar de ellas desde la ventana del 3º , hasta podré ver los partidos de pago que ponen en el bar desde la ventana de casa, puedes estar en casa y en el bar a la vez.
Al final el derecho de no respirar humo de unos pocos no fumadores,
En las discotecas la cosa puede ser estrambótica, mientras en el baño la gente se dedica a dejar los billetes impregnados de cocaína cosa que en España se hace con total impunidad, los comisarios anti-humos multaran al que se esté fumando un winston .
“Hay humo, aquí han fumado”.
Pero el peor de los efectos es que por esta ley la mitad de los españoles seremos presuntos delincuentes y la otra mitad presuntos chivatos, como suena.
Desde el propio gobierno se insta a los ciudadanos a denunciarnos los unos a los otros, incluso hay organizaciones como FACUA ORG que se ha erigido como un “Comité vecinal para la conservación de los espacios libres de humos y la “revolusssion” en los bares”, con capacidad de dictar fatwuas talibanas contra los fumadores en una página web en la que se puede denunciar de forma anónima a los que fumen.
¿Me puedan meter en la cárcel, que si se puede fumar, por fumar en un sitio que no se puede fumar?
Denunciar de una manera anónima es lo que de toda la vida se ha llamado chivarse, muy propio de todas las dictaduras y que siempre terminaba usándose para venganzas y rencillas personales fomentando los instintos más bajos entre los vecinos.
Da toda la sensación que hay gente que con este tipo de cosas pretenden de manera irresponsable enfrentarnos los unos contra los otros como si no hubiésemos tenido bastante en el pasado y lo quieren revivir.
Ya lo decía una traicionera voz en off en un informativo del imparcial y poco manipulador Gabilondo :
¡tensión,lo que nos conviene es que haya tensión!
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