LO DE LAS PENSIONES ES COMO CAMBIAR DE MARIDO: PARA MEJORAR

Lo de las pensiones tiene mala leche, ya lo explicaba la portavoz socialista en la mesa de las pensiones, Isabel  López i Chamosa: Hay que hacer reformas para mejorar, como cuando se cambia de marido; “Pa mejorar”.
Porque yo lo valgo. ea

Pero como siempre, en lugar de gastar los esfuerzos en intentar solucionar el problema, nos partimos la boca en buscar un culpable; con lo fácil que es cambiar de marido.

Me da igual si la culpa la tuvieron los faraones por inventar las pirámides y no tener en cuenta que se podían invertir cuando se llenaban de gente mayor, por supuesto que ni se me ocurre proponer que dinamiten las pirámides, se le puede romper mas la nariz a la esfinge y los chinos tendrían que cambiar la máquina que hace las figuritas de souvenirs y no queremos cabrear a los chinos…….supongo.
Bastante disgusto tuvimos cuando Obelix  le rompió la nariz a la esfinge la primera vez, como todo el mundo bien sabe.

 
También me da igual si la culpa la tuvo el doctor Fleming, ni se me ocurre ir a llenar la tumba del doctor de pintadas porque su invento de la penicilina ha hecho que la esperanza de vida se haya multiplicado y ahora las abuelas presumen de las tetas duras y los abuelos de tableta de chocolate.


Está claro que con muestro actual sistema de reparto para las pensiones, o nos ponemos a retozar como conejos o viene gente joven de fuera. También podríamos convertir el taller en una especie de sucursal del Inserso y en lugar de actividades como la alfarería y eso, pues soldadura, ajuste y torno pero no es plan.

Lo de retozar como conejos no estaría mal, pero no sé si la gente estaría por la labor de cargarse de churumbeles que ahora ya no vienen llenos de mocos y mercromina como los de antaño sino que vienen llenos de mala leche.

Los que están en la edad buena de retozar parece que se los lleva la Merkel para Alemania.
 ¡Qué cosas!.
Del “vente para Alemania Pepe” de los años 60s con maleta de esparto atada con cuerdas y cantando adios mi España querida de Juanito Valderrama, al “vente para Alemania kevin Cosner de Jesús” de ahora, con el maletín del portátil, una mochila Quik Silver y oyendo a Lady Gaga por el Mp3.

Los que nos quedamos ya no estamos para tirar muchos cohetes. Por mucho botox que tengan las señoras de hoy en día, cuando una tipa vestida de rojo que trabaja para la marca Evax Compresas ltd. se presenta un día y en lugar de decir aquello de: Hola soy tu menstruación, dice lo otro de: adiós yo era tu menstruación ya no hay nada que hacer.

 
Cosas de un reloj que no era ni digital ni analógico sino biológico.


También podría ser que nuestras pensiones se las encarguemos a los de fuera, pero visto lo visto, esos de fuera están más por la labor de prohibirle a la abuela que baje a la playa en tanga, que se ponga un burka y de aprovecharse de los recursos que ofrece el maligno occidente, que de ponerse a la labor  de pagar impuestos y de integrarse en el estado del bienestar que a ellos les suena a chino, como los coja el chino se van a enterar de lo que valen las naranjas de la china.

Alguien podría inventar la manera de descargar niños por internet, antes de que lo prohiban, sería bastante cómodo, una especie de tamagochi pero que en lugar de hacer caquitas virtuales cotizara a hacienda y nos pagara la pensión.

Hay otro sistema de pensiones distinto del de reparto que es el sistema de capitalización: yo me lo guiso yo me lo como, igual que Juan Palomo, que encima tiene el morbo que mientras no me jubile con el dinero que aporto, unos lobbies de inversores, me convierten ,a mí también, en un malvado especulador culpable que los niñitos del tercer mundo tengan la barriguita inflada.


De cualquier forma y si no es mucho pedir, me gustaría que esos dineros, que simplemente son el resultado de toda una vida currando como un negro para poder vivir como un blanco, sean gestionados por personas serias, responsables y preparadas en el tema, a ser posible con una orden de alejamiento para que ningún político se acerque a ese dinero a menos de 20000 leguas y que presuntos individuos como la ínclita y no siempre bien ponderada Sra Chamosa, ni se le ocurra asomar la patita a la hora de tomar ninguna decisión sobre mi dinero.